Como suele decirse, a perro flaco, todo son pulgas. Y eso es lo que le pasó ayer a la final de la NBA 2K League. Necesitada de audiencia para demostrar que su apuesta en esports tiene cabida, no sólo no estuvo a la altura, sino que los problemas técnicos ahondaron más en la herida, evitando un final feliz para esta temporada 2019.

 

Los problemas comenzaron ya en el primer partido, donde hubo una espera abismal entre el primer y segundo cuarto. Finalmente, al comienzo del tercer partido, se tuvo que suspender la competición durante más de 2 horas y 40 minutos.  Los problemas técnicos aún se desconocen, pero el caso es que perjudicaron sensiblemente a la audiencia.

 

Como resumen: Desde las 21:00 p.m hora local española hasta las 3:00 a.m que se reanudó la competición con el tercer partido, tan sólo se disputaron 48 minutos de juego. Hasta demasiada paciencia nos atreveríamos a decir que tuvo la gente.

 

Pero vamos con las audiencias. Desde que el deporte es deporte, y los esports tienen parte de ello sin duda, lo que interesa es el momento, el resultado en tiempo real. Si quienes dirigen competiciones quieren seguir engañándose con las cifras de visionados en diferido en Youtube de gente que entra para ver el resultado y la última jugada, allá ellos. Esas no son las cifras que interesan, las que interesa son las del directo.

 

Y esas, una vez más, no dejan lugar a dudas: dejamos a continuación las dos gráficas de Twitch, la primera correspondiente a la retransmisión hasta el primer parón por los problemas técnicos mencionados y la segunda tras la reanudación.

 

 

 

Mientras que en la primera parte se obtuvieron casi 29.000 espectadores de media, con picos de 35.000, en la segunda las cifras bajaron hasta unos escalofriantes 14.600 espectadores y picos de 18.600… Como era de esperar, el público no soportó lso problemas técnicos, amén de otros ya consabidos que hacen que la palabra «engagement» cada vez esté más alejada de la competición.

 

¿Y qué pasó con Youtube?  Como decimos, de nada sirven (o, siendo honestos, de poco) las reproducciones a posteriori. La retransmisión tuvo un media de espectadores simultáneos que rondaban los  3.500 – 4.000 espectadores y que en el último partido se fue por momento a los 5.000. Poco más. Y como muestra un botón.

 

 

Pero si todo eran malas noticias, ahora viene lo peor. Si nos vamos a datos del 25 de agosto del año pasado, final de la temporada inaugural, encontraos unas medias de más de 30.000 espectadores y espectadores de más de 60.000.

 

 

Es imposible no darse cuenta de que tanto la temporada regular como los playoffs de esta segunda temporada han dado resultados sensiblemente peores. Y hay que decirlo así, tal cual.

 

No es que desde este medio tengamos interés en que esta competición no funcione, al contrario, incluso debemos de ser de los pocos medios que cubren noticias sobre ella, pero es evidente que hay problemas.

 

Si a un gameplay tedioso (no habíamos visto jugar a las 4 esquinas en baloncesto como forma básica de ataque desde el colegio), anuncios incompresibles como el de Bud Light ayer justo antes de la final que queda totalmente diluido y sin sentido, les sumamos los problemas técnicos…. pasa lo que pasa.

 

La primera temporada de la NBA 2K League era un prueba. Esta segunda temporada ha ido para atrás y la NBA debe de tomar cartas en el asunto. Esperemos que no caigan en la autocomplacencia y sepan leer los resultados. Se necesitan cambios urgentes y radicales en esta competición. Lo positivo: si alguien es capaz de hacerlo es la NBA.