La necesidad de captar nuevas audiencias en los esports es, o debería de ser, una tarea primordial para el sector. El sector está movido por los patrocinios y éstos llegan porque se les promete una exposición a un cierto tipo de público muy concreto, que de otra manera sería inalcanzable para las marcas. Ahora bien, si ese público no aumenta y no crece, no sólo en número, sino también en franja de edad, el sector puede sufrir un ralentización.

 

Para paliar esta posible falta de crecimiento que puede llegar a darse, muchas son las ligas y publishers que han tenido claro que hay que expandirse más allá del medio tradicional, hablando en plata, más allá de Twitch, con el fin de captar nuevos espectadores (y vías de monetización, no lo olvidemos). Y qué mejor manera de hacerlo que esa caja tonta que lleva en nuestro hogares décadas. Ayer mismo se anunció un movimiento en este sentido muy importante para la industria, ya que asocia a uno de los gigantes del sector, con uno de los gigantes de la televisión deportiva. Hablamos del acuerdo entre Riot Games y ESPN para poder retransmitir la NA CLS a través del nuevo servicio de streaming ESPN+.

 

El acuerdo arrancará el próximo mes con el inicio del Summer SPlit y permitirá a ESPN retransmitir todas las competiciones de Lol en Norte América, incluyendo los World Championships, la North American Academy League, y Rift Rivals. El acuerdo ha sido propiciado gracias a que ESPN ha jugado muy bien sus cartas. El acuerdo al que llegó Riot con BAMTech llevaba tiempo sin dar los resultados esperados, básicamente por la inoperancia de la paltaforma. Ni corta ni perezosa, The Walth Diseny Company, propietaria del 80% de ESPN, se hizo el año pasado con una amplia mayoría de BAMTech, el 75%, y obró su magia para poner en pie una plataforma como era de esperar. De esta forma, este acuerdo con ESPN deja sin efecto el anterior con la propia BAMTech, aunque estamos hablando de los mismos actores.

 

Este acuerdo no significa la llegada directa de los esports a la televisión a través de ESPN, pero es un primer paso muy importante para lograrlo. De hecho, los servicios de streaming the ESPN sólo estaban disponibles hasta hace poco para los suscriptores al servicio por cable. Aunque esto ya ha no es así, da una buena idea del público potencial de estos servicios. La jugada tiene sentido y no supone un gran riesgo para la compañía. Por un lado, al mantenerse inamovible la base de Twitch y Youtube, Riot se asegura que su audiencia se mantiene y y que el fenómeno fan continúa. Ahora bien, no conviene enfadar al fan que te ha estado llevando a lo más alto durante todos estos años, por lo que monetizar a los espectadores en estos medios, al menos directamente, no parece que vaya a ser viable en el corto plazo. Sin embargo, con ESPN, se abren la puerta a un nuevo tipo de público y un tipo de público que está acostumbrado a pagar, con lo que con riesgo muy bajo, Riot va a poder explorar cómo monetizar nuevas audiencias.

 

Riot no es la primera que ha probado suerte yendo a nuevo público y medios. Lo estamos viendo con la NBA 2k League, que busca llegar mucho más allá de Twitch, o por ejemplo con la propia LaLiga en España. Gfinity por ejemplo es otra competición que ha sido más arriesgada y sin pasar por este enfoque intermedio directamente retransmitió sus Elite Series en la BBC 3, BT Sports y con la televisión australiana; los resultados no han debido de ser malos cuando la liga sigue expandiéndose.

 

Parece claro que cada vez nos acercamos más a una convergencia, a un momento en el que separar las cosas va a costar mucho. Separar esports y deporte será complicado (aunque los deportes electrónicos ya sabemos que son otra cosa) y separar contenidos por plataformas también va a ser difícil. Twitch tiene una clara apuesta por tener mayor contenido deportivo, no sólo esports o gaming, mientras a la inversa, otras cadenas quieren empezar a tener contenido más específico de gaming y esports. Quién logre dar con la tecla y agrupar a ambos mundos de la mejor manera y con la mejor oferta de contenidos, está por ver, pero que es la clave para el futuro y a lo que todos tienden, parece bastante claro.