Parece que fue ayer cuando estábamos redactando el resumen de audiencias de Twitch de diciembre y enero. Dos meses tranquilos, sin sobresaltos, donde la vida seguía igual, con Fortnite en cabeza y League of Legends en segunda posición. Nada, y cuando decimos nada es absolutamente nada, hacía presagiar lo que ha ocurrido en los últimos 28 días en cuanto a audiencias.

 

En otras ocasiones uno ve indicios, tanto de subida como de bajada de audiencias. Pero es que en esta ocasión el nombre de Apex Legends ni se conocía a 31 de enero. Y lo tenemos un mes después encaramado en lo alto de la lista, desbancando a un Fortnite que llevaba casi un año en lo más alto. Y ojo, que no lo hace por poca diferencia, sino holgadamente. Vamos con las cifras.

 

Apex Legends ha generado 122,95 millones de horas de visionado para alzarse con el primer puesto.  Esta cifras tenían que provocar más cambios, y es que este mes League of Legends sigue en segunda posición con 94,83 millones y es Fortnite el que baja a la tercera posición con menos de 100 millones de horas por primera vez. Desde que Fortnite se aupara a la primera posición de la lista en marzo de 2018, no había bajado nunca de los 100 millones y en esta ocasión se queda en los 83,79 millones. 

 

Es decir, el reinado de Fortnite en primera posición de lo más visto en Twitch ha durado justo un año. Ver para creer, parecía que era imposible desbancar al gigante de Epic y en apenas un mes, ha bajado a la tercera posición. Esta es la grandeza de los videojuegos, aunque también un arma de doble filo. Estamos ya en marzo y aún no vemos visos de esa estructura competitiva que se suponía que iba a tener el título a nivel de esports.

 

Esta irrupción de Apex afecta obviamente a oros títulos, que caen un poquito más en la tabla. Dota 2 sigue generando buenos números en quinta posición con 50 millones y CS:GO le sigue en sexta con 47 millones. Los títulos de Valve son incombustibles. Overwatch se planta en los 23,65 millones para lograr una nada desdeñable séptima plaza. 

 

Y vamos con PUBG, el otro damnificado por Apex. Novena posición, a punto de salir del Top 10 y con apenas 18 millones. Si nos vamos cifras de hace tan sólo un año, PUBG rondaba la segunda o tercera plaza con unos 50 millones. Hoy, la situación es esta, y con una parte competitiva que parece derrumbarse por momentos. Desde luego, no pinta bien para el juego que dio el pistoletazo de salida a los battle royale a nivel de audiencia y que se ha ido viendo superado progresivamente por Fortnie y ahora Apex.

 

Otro que por ende cae muchísimo es Hearthstone. Las noticias de Bllizard no son buenas y parece que va a centrar sus empeños en Overwatch, con lo que puede que su juego de cartas se vea afectado. De hecho, es la primera vez que vemos a Overwatch por delante en muchísimo tiempo.

 

Fuera del Top 10 pero funcionando bastante bien se encuentran Rainbow Six en la décimo segunda posición con 11.3 millones y FIFA en décimo tercera con 10,83 millones, buenas cifras para ambos juegos. Hay que irse a la posición 36 para encontrar a Rocket League con apenas 3,77 millones o Super Smash Bro en la 40 con una cifra muy similar.

 

Por fin podemos decir que hemos tenido un mes con cambios, y vaya cambios. No esperábamos esta irrupción de Apex para nada y ha puesto patas arriba toda la lista de audiencias. La pregunta que todos nos hacemos ahora es si logrará mantenerse en primera posición o no. De momento no parece flojear y va a ser al menos, flor de más de un día.

 

Y la pregunta que nos hacemos nosotros en concreto es si llegará a ser un esport. Reconocemos que con PUBG es difícil tenerle esperanzas. La liga europea no da visos de que vaya a arrancar y las audiencias de la liga americana son para echarse a llorar. Mucho nos tememos que la vida de PUBG como esport es más que corta. Y en cuanto a Fortnite, no tenemos noticias sobre su estructura competitiva. Con estos antecedentes, plantearse en futuro de Apex como esport es más un sueño que otra cosa. Dejemos que pase el tiempo y veamos cómo suceden los acontecimientos, pero de momento queda demostrado que tener unas buenas audiencias no es sinónimo de llegar a ser un esport.