Hace mucho que no hablamos de PUBG y ha llegado el momento. No porque queramos más o menos, sino porque ha finalizado el primer stage de su primera temporada en esports de forma oficial este 2019 y la verdad es que, para ser sinceros, podríamos decir que hay más luces que sombras.

 

La apuesta de Bluehole por los esports de su título estrella no era fácil. Montar una liga a nivel mundial, estructurada por regiones, ya hemos visto que no es coser y cantar. Y aquí hay que darle su merecimiento contra, por ejemplo, Fortnite, del que seguimos sin ver una idea clara de estructura de competición.

 

Los comienzos han sido difíciles, pero parece que el título se va asentando poco a poco. Al menos en determinados mercados, en otros la cosa sigue estando floja.

 

Por ejemplo, en Europa, nos hicimos eco en su momento de las cifras de audiencias de la inauguración. 20.00 espectadores de media que no se han movido en toda la fase, que ha terminado con la misma media de espectadores y con picos de 51.000. Hay que reconocer que dijimos en su momento que no eran cifras para tirar cohetes, pero visto lo visto, no son una malas cifras, y desde luego, mejor de lo que nos podíamos esperar. No ha perdido audiencia y demuestra que la tiene, es más que fiel…

 

 

 

Distinto es el caso de la PNL en Norte América. Se dejó en la primera semana el 80% de la audiencia hasta bajar a los 2.000 espectadores de media y ha remontado, pero muy ligeramente, llegando a los 9.000 espectadores de media, resultado tremendamente pobre, con picos de 20.000. Lo dicho, algo pasa con PUBG en Norte América que “la cosa no tira”.

 

 

Hasta tal punto no tira, que como destacan en Esports Charts, la liga de Japón, la PJS, país no precisamente conocido por su parte de esports y menos en este tipo de títulos, le mantiene la cara con 7.000 espectadores de media y 14.000 de pico. Algo bastante meritorio como decimos dadas las cifras del país del sol naciente, con menos población y menos participativos en estas lides.

 

Pero sobre todo, como ocurre en toda competición que se precie, hay que ver si las finales hacen subir la tensión y el interés de los espectadores. Y parece ser que así ha sido. El FACEIT Global Summit, que reunía a todos los equipos de diferentes regiones en la final del stage 1, ha supuesto un más que grata alegría. 76.000 espectadores de media y picos de 145.000, que de hecho contribuyen a las buenas cifras y la estabilidad que ha cosechado el título en Twitch en los últimos dos meses.

 

 

Habrá que ver cómo sigue evolucionando PUBG en los esports pero de momento, podríamos decir que ha salvado los muebles, parado la sangría de pérdida de espectadores y que genera ciertas expectativas positivas de cara a lo que resta de año.