No es fácil para una marca no endémica entrar en el sector de los esports. En contra de lo que muchas marcas piensan, los fans de los deportes electrónicos son tremendamente exigentes, y poco amigos a la intrusión, por eso cuando una marca entra en escena debe de hacerlo con una apuesta firme, decidida, que demuestre su compromiso con el sector y que haga ver a los fans que está ahí porque de verdad cree en lo que hace, no sólo como una forma de probar suerte.

 

Por eso precisamente la noticia de hoy es especialmente sorprendente, ya que vemos la cara y la cruz. Samsung vende su equipo Samsung Galaxy, a KSV. Y justo ahora, que se acaban de proclamar campeones del mundo LoL. Una noticia que sin duda va a conmocionar a la escena competitiva. Por parte de KSV se trata de la tercera adquisición en los esports, tras adquirir MVP Black, organización de Héroes of Storm, y la conocida compra de varios miembros del roster de Lunatic-Hai para poder formar su equipo de Overwatch League, Soul Dynasty.

 

Según el CEO de KSV, Kevin Chou: “Fuimos al mercado y tratamos de aprender todo lo que pudimos de cada equipo; su cultura, estrategias, estado del negocio, plantilla, situación económica, todo. Miramos si los equipos seguirían compitiendo a largo plazo y si los miembros clave tenían buena química. En la LCK siempre es un reto construir un core que realmente funcione. Queríamos la combinación perfecta de jugadores y coaches”. Al parecer el proceso ha sido similar al caso de Overwatch y es cierto que Kevin Chou ya comentó antes del verano en una entrevista a ESPN que estaban buscando como entrar en la escena de LoL.

 

Según el propio Chou muchos equipos cumplían los requisito iniciales. Algunos necesitaban una fuerte inversión para ser realmente competitivos pero eso no era inconveniente. Lo que desequilibró la balanza a favor de Samsung fue su actuación en las finales de los WC y lo que impresionó a KSV fue su consistencia, trabajo en equipo y resistencia a la presión. Parece ser que tras la victoria, las negociaciones avanzaron rápidamente. El propio Chou comenta que KSV no tiene mucho que aportar en el aspecto competitivo a un equipo ganador como Samsung, y que su labor, y para eso era el acuerdo, está enfocada en dar a conocer el equipo a nivel mundial.

 

Además, KSV ha anunciado que ampliará su actual estructura de esports en Sillicon Valley y Corea del Sur, abriendo una nueva oficina en Shanghai, China. El nuevo nombre del equipo está por decidir y no será fácil, ya que Chou también ha anunciado que la marca KSV dejará de existir en 2018. Su intención era la de ser un nombre temporal y ha cumplido con éxito su misión. Por eso no se han preocupado mucho de promover la marca KSV.

 

La cuantía de la compra del equipo no ha sido anunciada, y a buen seguro, habrá supuesto un trato más que jugoso para Samsung, que de esta forma ha logrado sacar un gran rendimiento a su estrategia de patrocinio / propiedad de un equipo de esports. Queda por ver si Samsung seguirá ligada de alguna manera a los esports o si por el contrario, finaliza aquí su aventura en los esports, mientras que está clara que KSV no ha venido a probar, sino realmente a quedarse y a aportar valor.