Pasado un tiempo en el que los esports ya son trending topic y mainstream en España, empiezan a definirse claramente las posiciones a favor y en contra de este nuevo fenómeno. Y en el bando de los que están absolutamente en contra de los deportes electrónicos sin haberse parado a estudiar o hablar con miembros del sector, sin haberse molestado en tener un mínimo de conocimiento del mismo, encontramos dos máximos exponentes. Por un lado tenemos a «nuestros amigos» de Podemos Canarias, cuyo argumento más grande es que los esports generan obesos… y por otro lado a «nuestros compañeros» de eldiario.es, que no pierden oportunidad de calificar a los esports como un abuso contra los trabajadores.

 

Los tristemente protagonistas de la noticia de hoy son los segundos, que en un nuevo ejercicio de demagogia, han arremetido contra DreamHack y la organización del evento de este pasado fin de semana, DreamHack Valencia, con el titular: «Precariedad 4.0: La inspección de Trabajo investiga al Dreamhack de Valencia por usar voluntarios como trabajadores«. Lo bueno del caso es que ya tenemos referencias suyas previas y se les ve venir y por dónde cojean..

 

En este caso la argumentación para atizar a los esports es que DreamHack Valencia ha recibido una inspección de trabajo durante su celebración este pasado fin de semana. Parece ser que la critica principal viene contra el grupo de voluntarios denominado CREW, acusando a la organización de no informales adecuadamente de las condiciones de su trabajo, de no firmar los contratos correspondientes y básicamente  según se puede leer en la noticia original, de tenerlos explotados dándoles a cambio la mera recompensa de poder asistir al evento.

 

La verdad es que si no fuera por las formas y como decimos, porque ya se les ve de qué pie cojea, su crítica podría tener hasta algo de sentido. No es cuestión aquí de justificar a DreamHack poniendo como excusa que esto sucede en otro tipo de eventos, no sólo en los esports. Flaco favor haríamos a la industria si fuera esta la única defensa. De hecho, como veremos a continuación, la propia organización ha salido a dar la cara y a poner las cosas en su sitio.

 

Lo que vamos a criticar aquí es precisamente ese ventajismo y esa falta de rigor. Al igual que en el caso de Podemos Canarias no criticamos que puedan considerar a los esports deporte o no, sino la nula información recabada y el ataque sin sentido que se hace a los deportes electrónicos, dando en muchos casos información totalmente falsa, lo que aquí criticamos a eldiario.es es precisamente lo mismo. Hubiera bastado con una llamada a DreamHack para ver que el titular era falso. Se puede estar más o menos de acuerdo con el tema de los voluntarios, eso no lo vamos a discutir aquí, pero claro, es más fácil volver a criticar a los esports, poner el titular de Precariedad 4.0 (el día menos pensado iremos ya por la versión 20.1…) y tener el click fácil que contrastar con la organización… Para qué ¿verdad?

 

De haberlo hecho, se hubieran encontrado con la respuesta de la organización que deja bien clara la situación. Efectivamente, hubo una inspección de trabajo, hasta cierto punto lógica cuando se va a montar un evento de estas dimensiones en Valencia (las cifras no oficiales hablan de 40.000 asistentes), que de hecho tuvo lugar antes de dar comienzo DreamHack y que al estar todo normal y en su sitio, no hubo más intervención.

 

 

En lugar de eso se habla de que prácticamente la organización esclaviza a los volunarios, de mala praxis y se dan cifras de que la empresa organizadora sólo tiene dos trabajadores contratados pero factura más de medio millón. Parece que escuece que una empresa pueda tener un ratio elevado facturación / número de empleados. Qué mala es la envidia, además de que no olvidemos ni confundamos, facturar no es lo mismo que tener beneficios, ya que se paga, entre otros, a empleados director e indirectos. Os hemos dejado el tweet de la organización para que podáis leer de primera mano la respuesta que desmiente a este demagogo titular.

 

Poco más tenemos que decir porque una vez más, los detractores de los esports vuelven a retratarse sólos. Y repetimos, no porque el sector no acepte críticas u otros puntos de vista, que lo hacemos, sino porque lo que empieza a tocar ya un poco las narices es que sean siempre los mismos los que sin informarse y sin argumentaciones, estén lanzando titulares baratos en contra de los esports por un odio que sinceramente no entendemos de donde viene. Quien sabe, serán jugadores frustrados, porque si no, no entendemos esta falta de rigor.

 

Ellos verán, como decimos, cada uno se descalifica así mismo. Desde aquí lo único que podemos hacer es dar las gracias a DreamHack por su pronta aclaración y por demostrar que todo estaba bajo control, como llevan haciendo todos estos últimos años. Si algún día se comete un fallo, seremos los primeros en criticarlo, pero con rigor, con fundamento, yendo a la fuente de la noticia primero. No de esta manera.