Cuando en 2012 Amazon compró Twitch  por cera de $1 billón, muchos tuvieron dudas acerca de que ese movimiento fuera adecuado. Pero pocas veces las grandes compañías se equivocan en este tipo de decisiones, menos cuando está en juego la cantidad comentada, cuando el sector de los videojuegos estaba (y está) en pleno auge y menos todavía si eres la compañía que ha redefinido el sector e-commerce y has llegado a ser una de las compañías más importantes del mundo.

 

Esta semana hemos conocido a través de varios medios algunas de las cifras logradas por Twitch durante 2017, y aunque ya podíamos adivinarlo, 6 años después Amazon puede afirmar bien orgullosa que compró la gallina de los huevos de oro. Muchos han intentado seguirle, como Youtube (arrepentida de haber dejado escapar la oportunidad de comprar primero a Twitch) y otras plataformas menores que han ido surgiendo, pero que nunca han logrado poner en peligro ni por asomo el liderazgo de Twitch en el streaming de videojuegos. Y a ello ha contribuido, sin lugar, el boom de los esports.

 

La plataforma aún es joven y una de las grandes métricas a divisar en el futuro, es cuánto contenido corresponde a streaming normal de videojuegos y cuánto a esports, en una batalla que hace que los medios de deportes electrónicos tengamos que ir dando siempre datos con varios asteriscos ya que la línea que separa ambos conceptos es muy difusa. Pero si hablamos a nivel global, las cosas son más claras, y los 962.000 espectadores de media que obtuvo la plataforma no solamente indican un récord, sino que ya empiezan a hacer temblar a los canales de televisión tradicionales.

 

Eso si, como siempre, las cifras hay que ponerlas en contexto. Los titulares de que Twitch ya se puede comparar con canales tan importantes como Fox news Channel o ESPN (con 1.5 millones de media de espectadores), MSNBC (con 885.000) o CNN (783.000) son un poco inexactos. No seremos nosotros quienes le quitemos mérito a las cifras de Twitch, pero estamos hablando de una plataforma muy enfocada al gaming y que tiene acceso a través de todo tipo de dispositivos enfocados a su público, mientras que los canales de televisión tradicional, a pesar de toda su expansión tecnológica a diversos dispositivos, siguen asociados inevitablemente a la televisión.

 

Twitch no sólo está en un navegador, está en los móviles, está en las consolas, y está en casa del enemigo, en la propia televisión. Y ésta cada vez está más dominada por los jóvenes, mientras que el espectador de esas cadenas mencionadas, no suele ir a otro tipo de dispositivos. Por no hablar de que la temática en esos otros canales es muy diferente y depende de una generación de contenido limitada y con grandes costes, mientras que la gran ventaja de Twitch es el nulo coste de la producción de sus contenidos; ya se encargan los usuarios de hacerlo, además de que posee un formato mucho más interactivo, aunque sea a través de la «maldita» ventana de chat… Es un poco el Uber de la generación de de contenidos, planteando un modelo exponencial que el resto de canales de televisión no pueden, ni parece que puedan plantear.

 

Por ello, a pesar de que las cifras son más que interesantes, repetimos que hay que tomarlas en contexto y saber cómo compararlas. Twitch va a seguir creciendo. Y gran parte de ese éxito y de ese crecimiento no se puede obviar que es gracias a los esports. Varios de los juegos más visto en la plataforma son juegos de esports y alguno de los canales con más pico de visitantes, horas de visionado y media de espectadores pertenecen a streamings de competiciones, por lo que aunque no podamos tener cifras exactas, como decíamos antes, de qué parte pertenece a esports y qué parte a streaming «normal» de videojuegos, es evidente que Twitch es lo que es por los deportes electrónicos y que Twitch es a los deportes electrónicos lo que por ejemplo Facebook a las redes sociales.

 

El futuro además se presenta prometedor. Es cierto que algunas alternativas están empezando a surgir, como la mencionada Youtube, que ha logrado acuerdos en exclusiva con algunos clubs, Facebook Live, por quien la ESL está apostando fuertemente, pero al final, todos saben que tienen que estar en Twitch. Hasta la propia Blizzard tuvo que «claudicar» y aunque no emitió por este medio la pretemporada de la temporada inaugural de OWL, tuvo que pasar por el aro para la temporada oficial. Eso y que los $90 millones desembolsados por Twitch no eran algo que obviar.

 

Twitch sigue dominando con mano de hierro el streaming de esports, y aunque carente de competencia real, sigue evolucionando y mejorando, aunque quizás un poco de amenaza podría hacer que las evoluciones fueran un poco más rápidas. Veremos qué nuevos datos arroja 2018 y si en este año, alguien es capaz, por lo menos, de plantear ciertas dudas sobre su hegemonía para el futuro.