El Consejo Olímpico de Asia, en asociación con Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico, ha anunciado que añadirá eventos de esports en los Juegos Asiáticos de 2018 y 2022 en Yakarta, Indonesia y Hangzhou, China, respectivamente. Esta asociación también se reflejará en la inclusión de los esports en los Juegos Asiáticos Indoor y de Artes Marciales de Asia 2017 en Ashgabat, Turkmenistán.


“El COA siempre ha estado comprometido con el desarrollo y la mejora de los deportes asiáticos», comentaba el presidente del OCA, Ahmad Fahad Al-Sabah. “Esperamos con interés poner en práctica varios conceptos de deportes de Alisports, que nos ayudarán con su experiencia en los esports».


Alisports es el brazo deportivo de Alibaba, que ya ha tenido importantes actuaciones en el sector de esports. Su primera actuación tuvo lugar a principios del año pasado cuando Ali lanzó los Juegos Mundiales de Deportes Electrónicos (World Electronics Sports Games). Recientemente, Alibaba anunció una extensión de tres años para los WESG, gracias a una asociación con la Federación Internacional de Deportes Electrónicos. En total, la compañía ha comprometido $ 150 millones para su incursión en los esports.


La inclusión de los esports en uno de los eventos deportivos más grandes del mundo tiene una importancia sustancial, especialmente teniendo en cuenta que la Federación Internacional de eSports ha estado peleando por incluir a los esports en los Juegos Olímpicos desde su creación en 2008. Dicho esto, es importante tener en cuenta el público potencial de estos eventos (promocionados prácticamente en exclusiva en el mercado asiático), lo que implica que un reconocimiento a nivel global, incluso a nivel olímpico, todavía parece lejano.


A raíz de esta noticia se vuelve a abrir un debate recurrente, donde algunos críticos sostienen que buscar la aceptación de los esports en la corriente mainstream de los deportes, donde existen modelo obsoletos como las propias olimpiadas, es un paso inútil, ya que los esports están funcionando perfectamente sin la necesidad de tener este reconocimiento, y de hecho está atrayendo a una audiencia que difícilmente se interesaría por una olimpiadas tradicionales. Según estas opiniones, los esfuerzos dedicados a comparar los esports con deportes tradicionales sólo van en detrimento de la industria.