Movimientos importantes sacuden la LCS, liga franquiciada norteamericana de League of Legends. Los Houston Rockets venden su plaza, Clutch Gaming, que es adquirida por otro equipo NBA, los 76ers. La pregunta clave aquí es si esto supone un movimiento a favor o en contra del sistema franquiciado, y eso vamos a tratar de analizar.

 

Según informaba ESPN, Clutch Gaming cambiará su marca por la de Dignitas a la conclusión de la temporada 2019, marcando así el regreso de una de las organizaciones fundadoras en la LCS tras haber quedado apeada del sistema de franquicias en octubre de 2017.

 

HBSE será propietaria del 68.2% de una nueva entidad llamada Mal País que será propietaria de Clutch Gaming y Dignitas. Los Rockets retendrán el 31.8% de propiedad y recibirán $12.5 millones de la inversión total de $20 millones en pagos en efectivo fraccionados. Aproximadamente $1.5 millones se destinarán a la tarifa de franquicia de Clutch Gaming con un coste de $13 millones, de los cuales $8 millones ya han sido pagados. El resto de los $ 20 millones de HBSE se utilizarán para financiar las operaciones del equipo hasta el 2021.

 

Según ESPN, Mal País está valorada en $47.5 millones en total, $30 millones por Clutch Gaming y $17.5 millones por Dignitas.  La nueva entidad estará dirigida por el CEO de Dignitas, Michael Prindiville, con una directiva compuesta por el CEO de HBSE, Scott O’Neil, el socio de HBSE Ventures, Chip Austin, el ex vicepresidente de EA, Greg Richardson, y dirigida por el jefe de estrategia e inversiones de HBSE, David Abrams.

 

Analicemos. La plaza original costó $13 millones, de los cuales se habían pagado $8 millones y quedaban por pagar $5 millones. Con los $12.5 millones, ganan $4.5 millones y se quitan una deuda (parcialmente) de $5 millones, a la par que siguen ostentado un 31.8% de la nueva entidad. Cabría pensar que la jugad no ha sido mala, pero hay más lecturas.

 

Las cifras no son estratosféricas, y de hecho no pueden serlo cuando apenas llevamos 3 splits bajo este modelo de franquicias. Se suponía que cuando una compañía entraba bajo este modelo era porque había unas expectativas de futuro, no a corto plazo (el que así lo esperase no estaba en la realidad del sector), pero si a largo. Vender ahora y los rumores de que otros equipos quieran hacer lo propio, como Optic y Echo Fox, puede no ser un buen síntoma.

 

O lo tienen muy claro y quieren recuperar su inversión ahora, con lo cual no están apostando por mayores beneficios a futuro, o directamente el sistema de franquicias no es lo que se esperaba… La LCS está cosechando buenos resultados, pero por ejemplo ahora mismo la LEC europea está teniendo mejores cifras de audiencia, algo que antes era impensable.

 

Por lo tanto, ¿Cómo de rentable está siendo este sistema de franquicias? Ya hemos dicho en alguna ocasión que el que estos sistemas estén probados en otros deportes no significa que vayan a funcionar en los esports y que son modelos que solo el paso del tiempo dirá si han sido acertados o no. Por lo tanto, la salida tan temprana de equipos nos genera ciertas dudas sobre la idoneidad del modelo…

 

Seguiremos atentos par ver qué ocurre con el resto de equipos y cómo evoluciona la LCS