No siempre se puede crecer y lo cierto es que la Superliga Orange de League of Legends nos estaba mal acostumbrando a que cada final de split, las audiencias sobrepasasen a las de la final anterior y estableciesen un nuevo récord. En esta ocasión no ha sido así.

La final del split de verano entre Movistar Riders y G2 Arctic obtuvo una media de espectadores de 18.226. La final del split de primavera de abril, eliminando el re-streaming, logro una media constante alrededor de los 40.000.

Otros datos que dan buena cuenta de la situación. Mientras que esta final lograba un pico de espectadores de 27.796, la de primavera lograba una cifra sensiblemente superior llegando a los 45.255. Si hablamos de espectadores únicos tenemos valores similares, con ligera diferencia a favor en el split de verano: la final de abril alcanzó los 346.382 y esta de septiembre se ha quedado en una cifra muy similar, 384.427. Lo que viene a demostrar que esta métrica tiene ya poca representatividad de la realidad viendo las diferencias que se producen entre un momento y otro en otros parámetros.

Aunque la final se desarrolló de forma ‘online’ por razones de la pandemia, con los equipos disputando el encuentro desde de sus respectivas sedes, LVP preparó un espectacular plató en el centro de producción de MEDIAPRO en Barcelona. El objetivo era convertir la final en un entretenimiento que fuera mucho más allá de lo que sucediera sobre la Grieta del Invocador.

En ese sentido, la final gozó de una mesa de análisis por la que pasaron diversos invitados, y en la que se desarrolló tanto la previa como el post de Orange, así como de un set especial para las secciones de la final. Al concluir el encuentro, y tras la clásica imagen de Movistar Riders levantando la copa de campeón, los espectadores pudieron disfrutar de una ceremonia de clausura con música en directo.