Seguimos a cuestas con el modelo de ligas franquiciadas, especialmente en Estados Unidos. Sin embargo, con la noticia de hoy, empezamos a detectar un pequeño patrón. Como ocurre por ejemplo en el sector de los videojuegos, hay una gran diferencia entre las grandes desarrolladoras, con millones de presupuesto, y los denominados indies, muchos más modestos. En los esports empieza a pasar lo mismo, tenemos ligas franquiciadas top, y ligas franquiciadas más modestas.

 

¿Cual es la diferencia? Mientras que las grandes ligas franquiciadas tienen por lo general al publisher / desarrollador del juego detrás, como el caso de Overwatch League o NA LCS, las pequeñas ligas franquiciadas apuestan por un modelo de diversificación de títulos. Un ejemplo claro es el de Gfinity y sus Elite Series. Aunque aquí hablar de «indie» igual no es muy ajustado dada la gran cantidad de dinero que la compañía inglesa levantó el año pasado, no es desde luego comparable a Blizzard o Riot. En su caso, la apuesta iba orientada a atraer más público a su liga, público de diversos tipos, y por ello apostaron por SF V, Rocket League y CS:GO y ahora han sustituido este último por FIFA. No les ha ido nada mal, y ahora cuentan con equipos de la talla de Fnatic o Team VItality.

 

Pero no son lo únicos que apuestan por este formato. Hoy hemos conocido una nueva liga de este tipo, la Rivalcade Esports Battle League, que empieza a tomar forma y a sumar a sus primeros equipos. Una liga mucho más modesta, pero aún así con ciertas barreras de acceso, ya que un slot vale la nada despreciable cifra de $1 millón. En un principio la liga quería contar con siete títulos, pero finalmente los ha dejado en tres. Y es que este modelo, como en mucho otros, siempre acaba pasando por el publisher, quien está cobrando gran relevancia en el sector (no porque no la tuviera, sino porque ahora es consciente). Es un handicap depender de los publishers pero a cambio dota de cierta flexibilidad, un publico potencialmente mayor y diferentes formas de monetización. Por el momento no han confirmado cara al público qué tres títulos formarán la competición, ya que se encuentran aún en negociaciones, pero si que ya tienen tres equipos dentro.

 

En concreto, según informa ESPN, ya habrían entrado Elevate para el slot de Denver, Circa para Miami y Symplicity para Las Vegas. Aunque no sabemos los juegos que darán lugar al torneo, por el perfil de los participantes (que entendemos ellos si tendrán algo más de información), podríamos esperar Smite, HoS, CoD, Halo, juegos de lucha (¿DB Fighterz?) o similares. En principio la liga espera contar con entre 3 y 5 equipos más y aunque los nombres de los participantes de momento no son de primera entidad, veremos si se suma algún nombre importante.

 

Según Scott O’Leary, el tener un liga con más de un título / esport es algo que puede dar más estabilidad a los equipos: «La escena profesional está muy fracturada. La organizaciones más importantes de esports participan en gran variedad de títulos de esports, pero con pequeña continuidad«.

 

Veremos qué resulta de esta aventura. Lo que parece claro es que los esports van a un ritmo vertiginoso. Hace poco que nos estamos acostumbrando a los modelos franquiciados, sin saber todavía si realmente funcionarán como se espera de ellos,  y ya tenemos variantes. ¿Cuál de ellos es el mejor? Dependerá de tantos factores, situaciones, culturas, leyes, etc, que muy probablemente los esports sigan siendo muy diferentes en unos sitios que en otros, dependiendo de si van a la escena amateur o profesional, del título, etc… Pero esa variedad es la que da esa riqueza a esta industria.