Puede que esta noticia parezca una gran revolución a los que no están muy metidos en el sector de los esports a nivel España, pero como se suele decir, llueve sobre mojado. Pongamos un poco de contexto. Noviembre de 2019. LVP tiene el enésimo encontronazo con sus equipos, en esta ocasión con motivo de las negociaciones por las plazas de CS:GO.

La propia LVP reconocía que el modelo no daba para más, y que incluso con su juego estrella, League of Legends, y de la mano de Riot Game, la entidad daba pérdidas. No es fácil hacer de los esports algo sostenible. Pero la entidad recientemente adquirida por Mediapro, no ceja en su empeño (como para dejarlo) y propone un nuevo modelo.

Según anuncia Expansión, el Tournament Operator quiere presentar a los clubes un plan para centralizar la venta de derechos audiovisuales, de imagen y otros activos comerciales. No hablamos de un modelo de liga franquiciada, pero tiene aspectos similares. 

Esto permitiría a LVP ofrecer una suerte de modelo reparto de ingresos a los clubes en lugar de que cada uno tenga que cerrar acuerdos individuales con las marcas. Es, en principio, uno de los alicientes de las ligas franquiciadas, maximizar esfuerzos entre todos.

Esta es una de las eternas preguntas del sector, viendo la incidencia de las marcas en el mismo, ¿es mejor patrocinar una competición, con carácter más general, o un equipo, que puede tener miles de seguidores? Esta pregunta no tiene una respuesta clara, y aunque sobre el papel no cabe duda de que un modelo de franquicias puede ser interesante, y así se ha planteado ya en el sector, que sea un éxito o de qué parámetros dependa este es algo que todavía está por estudiar.

Habrá que ver también las condiciones impuestas por LVP. Las negociaciones con los equipos de CS:GO como ya hemos comentado antes, se saldaron la última vez con estampida y creación de la One Tap League. Ser Tournament Operator hoy en día no es fácil; algunos publisher «se lo guisan y se lo comen», y los equipos están apostando por modelos de competición donde sean propietarios y donde tengan más poder de decisión en las competiciones.

Así pues, llueve sobre mojado y habrá que esperar a ver las condiciones exactas y qué deparan esas negociaciones.