Ayer finalizaba la segunda edición de la Barcelona Games World, que este año tenía como aliciente dar el pistoletazo de salida a la nueva temporada de esports de la LVP. Y al parecer, no eran en vano las expectativas generadas, ya que se trata del mejor arranque en la historia de esta competición.

 

La feria de videojuegos y esports de la Ciudad Condal, por la que han pasado más de 135 mil personas, sirvió como punto de partida para la Superliga Orange de League of Legends y de Clash Royale, las competiciones nacionales que organiza la LVP, además de acoger la fase final de la Copa de Call of Duty. En los tres días de feria, la LVP logró una audiencia superior a los 200 mil espectadores, en el que es el mejor arranque de la historia de sus competiciones profesionales. Los resultados confirman la excelente salud de la que gozan en nuestro país ( y fuera de él) las competiciones de la LVP, así como la extraordinaria acogida de la primera liga nacional de Clash Royale.

 

En el Orange Stadium de Barcelona Games World apenas quedaban sillas vacías. 1700 espectadores vibraron en vivo con el inicio de la competición nacional del título de Supercell, que arrancó con un espectacular duelo entre Team Queso, uno de los equipos más fuertes de Europa, y Team Heretics, referente de Clash Royale a nivel estatal. Por su parte, la temporada de League of Legends se puso en marcha el sábado con los triunfos de Giants Only the Brave y ASUS ROG Army, los dos grandes favoritos al título. La Armada sufrió para doblegar a un sorprendente G2 Vodafone, mientras que los gigantes arrasaron con Movistar Riders y confirmaron que son el equipo más en forma de España y el rival a batir en esta segunda edición de la competición nacional de League of Legends.

 

Las gradas del Orange Stadium no fueron suficientes para acoger a todo el público que se acercó a disfrutar del arranque de la competición organizada por la LVP. MAD Lions y The G-Lab Penguins inauguraron la Superliga Orange con un empate y el día se cerró con el solvente triunfo de KIYF sobre ThunderX3 Baskonia, en la reedición de la pasada final de la Superliga disputada en Gamergy.

 

El gran seguimiento de las competiciones también se trasladó a las redes sociales, donde la Liga de Videojuegos Profesional fue trending topic el sábado y el domingo con el inicio de las ligas de League of Legends y de Clash Royale.

 

El viernes era el momento para la fase final de la Copa de Call of Duty. Sólo cuatro equipos, de los más de 130 que empezaron la competición, habían conseguido llegar hasta la fase presencial de la capital catalana: Black Claw, eMonkeyz Club, KIYF y Movistar Riders. eMonkeyz Club se llevó el título tras superar con solvencia en las semifinales a Black Claw y derrotar a KIYF en una final épica que, además, sirvió para cerrar la era Infinite Warfare del título de Activision. Reedición de la pasada final de Gamergy, los ninjas vendieron mucho más cara su piel que en Madrid, pero no pudieron superar a unos monos que se coronan como absolutos reyes del Call of Duty en 2017. En un estadio prácticamente lleno, eMonkeyz levantó la Copa y consumó un histórico doblete.