Con la distancia de los días, habiendo dejado reposar la noticia y tras haber participado esta semana en la eSmarcon, parece que es un buen momento para reflexionar y hacer un poco de autocrítica. Me refiero a la noticia aparecida hace ahora un par de semanas en un medio generalista español que poco menos que demonizaba la situación de los esports. Seguramente los que estén leyendo este artículo sabrán a qué noticia me refiero (y de la cual no quiero darle más publicidad), pero el ejemplo me es válido para algunas otras, dado que muchos medios generalistas hablan del sector al hilo de su boom mediático sin tener ni idea de qué va la cosa.

 

Se trata de una noticia que revolucionó el sector y que la verdad es que, a nada que se tenga un poco de vista, se aprecia el objetivo de la misma, que no es otro que ir a destruir y a hacer daño a un sector que no se entiende, y en donde el interés por entenderlo es nulo. Sólo así se explica que no se sepa entender la situación actual y que se haga demagogia de una situación que no es real, y donde lo que interesa ahora mismo ver no es una foto fija, sino una evolución.

 

Pero dejemos eso a un lado. Los fenómenos lo son precisamente porque desafían el status quo de las cosas y la comprensión de la gente, y tenemos que aprender a vivir con ellos. Si los esports son un fenómeno, esto lleva aparejado miedo en la gente que no los entiende, que se piensan que esto es un monstruo, que genera violencia como decían de los videojuegos o del anime, que es lo peor, como decían de internet… No hay bien sin mal, y no hay fenómeno social sin una parte que lo critique fiéramente sin entenderlo. Entendiendo esto, convendría hacer una reflexión a los que estamos en el sector, porque no siempre todo es culpa de los demás. Y es más, debemos ser más listos y adelantarnos a las cosas. Fácil no es, pero preguntémonos ¿Estamos realizando una correcta evangelización de los esports?

 

2017 ha sido un año en el que he asistido a multitud de “jornadas de esports”. Un año en el que todo el mundo se ha interesado por este fenómeno y donde desde muchos sectores se ha intentado dar una introducción a los esports. Ese es el problema. Entendiendo que no se puede llegar avasallando y creo que aunque es necesaria una labor de “evangelización” del sector hacia afuera, y para eso están esos eventos, realmente tengo dudas de que en algunos casos se haya hecho de la forma óptima y lo que si tengo claro es que en 2018 ese no debería seguir siendo el camino.

 

En primer lugar quiero decir que es fácil decir esto desde la barrera, por lo que no quiero que nadie se de por aludido porque realmente esta opinión no va en  contra de nadie del sector, faltaría más, sólo trato de hacernos reflexionar sobre si estamos mostrando correctamente al mundo nuestro sector y entre todos ver qué podemos cambiar para que precisamente, nadie pueda volver a escribir artículos como el mencionado.

 

Una de las cosas que más he percibido en todas estas jornadas es que nosotros mismos vamos con miedo de dar a conocer los esports. Hay que explicar a un público que no tiene ni idea de qué son los deportes electrónicos el porqué de este fenómeno y empleamos símiles y técnicas para dulcificar el concepto, como hacíamos con los videojuegos cuando jugarlos era de friki o de persona rara. Los esports son los que son. No son malos, no son violentos, no son el demonio. Son la expresión máxima del ser humano. El ser humano lleva siendo competitivo desde hace siglos, desde que nace compite por subsistir, lo llevamos en la sangre. Competimos por ver quien es el más rápido, el que más dinero gana, el que es más fuerte… Pues los esports son eso. Una competición por ver quienes son los mejores jugando en este caso a un juego, ni más ni menos. Es fácil de comprender y no tiene mucho misterio. Si se compite por otra cosas, ¿porqué no por eso? Quien lo quiera entender bien, quien no, también. Y a raíz de esa necesidad de competición surge una expectación, unas audiencias, y empezamos a tener montada una industria. Ni más ni menos. Por favor, cuando expliquemos qué son los esports no tengamos miedo, sea quien sea el que está delante.

 

Otra particularidad que he percibido durante 2017 en todas estas charlas / presentaciones es que siempre se acude a los mismos ponentes. De nuevo, no quiero que parezca lo que no es. Al revés, creo que tenemos unas personalidades en el sector tremendamente positivas, sobre todo, sobre todo, tremendamente profesionales y es un gusto oírles hablar. Pero precisamente esa es un arma de doble filo. Al igual que una startup lo es por su dueño y no pasa a ser una empresa de verdad hasta que no deja de depender al 100% de él, en los esports no maduraremos si no logramos tener más representantes.

 

Y aquí quiero entrar en dos puntos importantes: En primer lugar, creo como digo que tenemos que dar más presencia a nuevos interlocutores. Recuerdo especialmente dos eventos del año pasado donde se llevó a jugadores profesionales a unas mesas redondas y literalmente hablaron en cada caso poco más de un minuto. ¿Porqué? Precisamente si ellos hablaran más podrían explicar mucho mejor qué son los esports y el porqué de la situación actual y demostrar que esto no es una tiranía ni una exclavitud. Que casos raros hay en todos lados, pero no es lo normal ni la tónica del sector. Usemos más las nuevas caras del sector.

 

Y el otro punto es en referencia a las temáticas. Entiendo que 2017 ha servido para eso, para que la gente empiece a conocer los esports. Pero también creo que 2018 debería de ser el año de hablar de otras cosas. Debemos entre todos proponer temas más interesantes, más internos, con más debate de lo que realmente importa. Que si, que todo el mundo quiere saber si los esports son deporte o no y que todos van a meter la pregunta hasta en la sopa, pero intentemos ir a cosas más importantes. Intentemos dirigir el debate, o directamente crear uno donde se hable de temas más importantes y en profundidad: ¿Qué hay de los nuevos modelos de negocio basados en gestión de derechos de propiedad intelectual? ¿Se podría aplicar el modelo de derechos de Tv del fútbol a los esports? ¿Cómo, con qué diferencias? ¿Qué importancia tendrá aquí la tecnología? ¿Hemos explotado las posibilidades culturales de los esports? ¿Porqué no dirigimos el debate hacia temas más interesantes?

 

Entiendo que lo que digo no es fácil, al final a uno le llaman y le preguntan y hay que hacer lo que toca, pero creo que entre todo el sector deberíamos de ir orientando esos eventos a que cada vez tengan más nivel. En muchos casos, saliendo de algunos de ellos, la sensación era de haber asistido a un evento que perfectamente podría haber sido como explicarle a mi madre o a mi hermana qué son los esports mientras desayunamos… pero para eso me valen 5 minutos…

 

Creo sinceramente que estas charlas y eventos de esports en 2018 deben de centrarse más en ellos mismos, no en evangelizar tanto al público general, perder el miedo a decir lo que somos (por favor, no hagamos lo mismo que hicimos con los videojuegos y que nos costó años corregir) y apostar por eventos que tengan más sentido con temas y necesidades reales de nuestra industria. Está bien mantener un ojo en lo que digan los demás, pero démonos cuenta de que somos nosotros lo que dirigimos el futuro de esta industria. No hay que contentar a la gente para que vengan marcas, se creen patrocinios, etc. El que entienda los esports es bienvenido, y el que no, también, pero centrémonos en evolucionar nuestra industria y no en contentar a los demás o en caer bien a todos los que nos miran desde fuera. Creo que eso nos hará ganar respeto.

 

En este sentido, la eSmarcon en la que he participado esta semana creo que ha sido un paso adelante, y espero haber aportado algún punto de vista nuevo al debate de los eSports y haber hecho precisamente lo que aquí explico. Me consta que otros lo hicieron y por eso mi enhorabuena al evento y a todo el sector. Vamos aprendiendo y seguro que en 2018 entre todos los llevamos a nueva cotas.