Desde Polygon se publicó ayer un interesante artículo en el que se preguntaba de forma retórica si los esports podían ser el futuro de la NASCAR. Y lo cierto es que hay algunos elementos en ese artículo que nos han hecho reflexionar y considerábamos oportunos traer a nuestros lectores.

 

Para poner primero en situación, hay que mencionar que el artículo habla sobre la eNASCAR Heat Pro League, que se disputa bajo NASCAR Heat 3, disponible para para PlayStation 4 y Xbox One. La competición lleva en marcha un mes y continuará otras dos semanas, donde se seleccionarán a 32 pilotos para la temporada inaugural este año.

 

Alguna frase llamativa del artículo viene a decir, «Puede ser la mejor esperanza de crecimiento de un deporte que cada año trata de estimular el interés del espectador». Desde luego es una responsabilidad para los esports que gracias a ellos, toda una competición como la NASCAR pueda crecer. Ante esta afirmación y viendo el volumen actual de espectadores del SimRacing, la cosa da para preocuparte.

 

Que el SimRacing está creciendo, ha sido un hecho en 2018, pero de ahí a que pueda ayudar a aumentar los espectadores de la NASCAR, nos entran varias dudas. Si nos llegamos a hacer este planteamiento a principios de 2018, hubiéramos jurado que podría ser una buena opción, pero al comienzo de 2019, debemos decir, en base a los hechos, que es una apuesta arriesgada…

 

Los esports que simulan deportes tradicionales ya hemos visto el año pasado que no acaban de arrancar. Lo vimos con FIFA, a pesar de que se celebraron multitud de torneos e incluso hubo gran cantidad de equipos que quisieron subirse a los esports. Lo vimos con la NBA 2K League, o incluso con algunos fighting games. El SimRacing como hemos dicho, ha experimentado un crecimiento, pero a día de hoy no es un esports Tier 1.

 

Por si esto fuera poco, en el artículo de Polygon hay un elemento adicional. Según Ed Martin, presidente de 704 Games, desarrolladora del título sobre el que se disputa la competición, el entorno virtual les permite hacer cosas que en la vida real no podrían hacer, y eso es una ventaja. «Nos permite hacer las cosas más interesantes. Podemos aumentar el factor de desgaste, podemos aumentar el factor de daño, el consumo de combustible o hacer que las llantas duren sólo 20 vueltas para que tengan que entrar más al pit…Podemos crear un tipo diferente de carreras dentro de este deporte.«

 

La reflexión es más que interesante, pero plantea muchas dudas. Si se acometen estos cambios con el fin de hacer el juego más divertido y que enganche más a los espectadores, ¿realmente estamos hablando de NASCAR?¿O estamos hablando de una competición de velocidad propia?¿Se podría plantear en otros títulos deportivos este tipo de acciones?

 

En su momento ya comentamos en algún artículo que el problema fundamental de muchos de estos esports es que no tiene porqué ser los mismo divertirse practicando un deporte que siendo espectador de su competición esports virtual. El ejemplo más claro que poníamos era el caso de la NBA 2K League. Pero claro, si vamos a cambiar las normas del deporte tradicional, entramos en problemas potencialmente legales y hasta puede que morales…

 

Incluso, se abre una opción que es la de que los cambios planteados en la competición esports virtual puedan servir de test a las competiciones físicas. El propio Martin comenta cómo fue su reunión con gente de la NASCAR: «Nuestra primera reunión fue con Rob Kauffman y Jonathan Marshall,  los dos tipos que dirigen el Race Team Alliance para NASCAR, que es básicamente la autoridad colectiva de todos los equipos de carreras. Les dijimos: ‘Chicos, esto es lo que queremos hacer’. Nos miraron durante 10 segundos y dijeron: ‘Gracias a Dios que estáis aquí, porque hemos estado pensando exactamente lo mismo‘»…

 

Una nueva perspectiva que no descartamos que pueda ocurrir en algunos esports durante este 2019. De hecho, el SimRacing se presta bastante a algún tipo de cambio «menor», cosa que por ejemplo, no vemos muy factible en otros simuladores de deportes como el fútbol o el baloncesto. Pero quién sabe, sería un nuevo paso para el sector que los esports pudieran ser el campo de pruebas de nuevas ideas y reglas para algunos deportes tradicionales.