Probablemente, una de las preguntas que cualquier aficionado a los esports, sea cual sea su faceta (jugador, productor, caster… incluso espectador), se ha preguntado alguna vez es «¿Cuanto cuesta tener un equipo de esports?». En mayor o menor medida todos hemos fantaseado con tener nuestro propio club, ya que es la esencia misma de los deportes electrónicos: la competición. En este artículo vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre este asunto (siempre considerando cuando hablemos de cifras que nos referimos a costes en España) esperando que sirva de impulso a todos aquellos que están deseando lanzarse a la aventura.

 

Seleccionando nuestro esport y al equipo. 





Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todos los esports son iguales. Los hay que demandan desde un sólo jugador hasta los que implican cinco componentes, con lo cual esto tiene influencia directa en todos los  costes: salarios de jugadores, infraestructura para viajes, etc.


Por razones estándar y porque también es donde más premios y visibilidad hay para poder recuperar la inversión, consideraremos un equipo de 5 componentes en alguno de los esports Tier 1; por no salirnos de lo estándar, en League of Legends.

 

Si queremos además que sea un equipo competitivo, que no se mueva del Top 5 en España y con visión internacional y queremos hacer la cosas  aportando profesionalidad al sector, estaremos hablando de unos 3.000 euros de costes al mes entre los 5 jugadores (vamos a suponer a los jugadores como autónomos para evitar incurrir en más gastos de seguridad social y debido al gran índice de rotación del sector).  Efectivamente no son salarios muy altos, pero hablamos de empezar a crear un equipo, pagando desde el primer día (cosa que no ocurre frecuentemente) y con posibilidad de repartir premios entre los jugadores, según la filosofía del club.  Aparte del talento de los jugadores, también es necesario alguien que les indique cómo enfocar ese talento, es decir, un entrenador. A los cinco jugadores de primer nivel y el entrenador se sumará un analista necesario en la toma de decisiones estratégicas y en la preparación de partidos y torneos. Normalmente, hablamos de salarios similares, quizás un poquito menos para el analista.

 

Así pues, una cifra orientativa al mes incluyendo los siete profesionales mencionados podría estar en torno a los 5.000 €, sólo para cubrir los puestos indispensables para tener un equipo en una única disciplina.





Infraestructuras

 

Sin embargo, un club no está formado sólo por el personal deportivo. Ellos sólo son la punta del iceberg. Los equipos de deportes electrónicos ponen gran parte de sus esfuerzos en posicionamiento de marca y acciones de branding y de marketing lo que hace necesario mínimo un departamento de marketing y otro de logística. Adscrito a este departamento de marketing sería interesante contar con algún streamer reconocible y/o un director creativo que controle todo el área de contenido audiovisual y storytelling. Y es conveniente, además, un abogado deportivo y un mánager. Aunque el gasto del abogado puede parecer innecesario, puede ser la mejor inversión de todas… Teniendo todo esto en cuenta y sin contar con grandes departamentos, estaríamos hablando ya de unos 12.000€ más al mes. (aproximadamente unos 5.000 € para marketing, 2.500 € para logística, 2.500 € para management y el resto para abogados e imprevistos)

 

Si tenemos en cuenta los 5.000 € al mes de personal deportivo, ya tenemos que con una infraestructura mínima estamos en los 17.000 € al mes…


El acceso a las competiciones y escalabilidad


Ya casi lo tenemos todo para que nuestro equipo y nuestros jugadores sean los futuros ídolos del público, pero nos dejamos una última cosa, quizás las más importante  de todas ¿dónde competimos? Vamos a suponer que queremos competir en Europa, que para eso hemos dimensionado a nuestro equipo y nuestro presupuesto. 





La plaza para la LCS estaba en torno a los 1,5 millones de euros el año pasado (ahora mismo y con los cambios e idas y venidas de la EU LCS, no tenemos datos certeros de su coste). Otra opción es confiar plenamente en nuestro equipo y acceder desde Challenger, que es «más económico»,  donde los precios rondan los 700.000 euros.

 

Lo ventaja de haber creado esta infraestructura, es que una vez esté establecido el equipo principal en League of Legends, sumar otros títulos como CS:GO, Dota 2, PUBG, Hearthstone, etc, es mucho más escalable porque la infraestructura ya está creada.


Entonces, ¿dónde está el retorno?

 

Aquí es donde viene el bajón y donde la gestión de expectativas es crucial, cuando uno empieza a darse cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Lo primero es comprender que el retorno no está en ganar premios de competiciones, sean nacionales o europeas. En 2017 el prize pool de la LCS ascendió a $100.000 para el primer clasificado, $50.000 para el segundo y $30.000 para el tercero. Si la LCS dura 10 semanas, es difícil recuperar lo invertido aún quedando primero. En España los números son más modestos pero el caso es el mismo. El prize pool de la Superliga Orange son 9.000 € para el primero, 6.500 € para el segundo y 3.500 € para tercero y cuarto.

 

La mayor parte de los beneficios deberán venir de los patrocinios, de ahí que el presupuesto de marketing fuera sensiblemente mayor al de la propia parte deportiva. El impacto mediático de los esports es enorme y todavía tiene margen de crecimiento. Según cifras de 2016 el 34% de los ingresos de los clubes vino de los patrocinios. Otro porcentaje viene de los derechos audiovisuales de los jugadores y de la publicidad y luego, con un discreto 12%, la venta de entradas y de merchandising.

 

La realidad no está clara pero también es cierto que nunca lo ha estado. Muchas empresas están invirtiendo mucho dinero y todo el mundo quiere un trozo del pastel. Pastel que este año generará $660 millones  según datos de Newzoo, aunque el retorno sigue siendo bajo.





Conclusiones

 

Si queremos montar un equipo con ciertas garantías de tener un nombre y puesto desatacado en los esports a nivel internacional, tranquilamente deberíamos de contar, como muy muy mínimo, con 1.000.000 al año.

– Parte deportiva: 5.000 € al mes – 60.000 € al año

– Infraestructura: 12.000 € al mes – 240.000 € al año

– Adquirir Slots en ligas: 700.000 € al año

Total: 1.000.000 € anuales

 

A todo este ejercicio caben cientos de matizaciones que seguro que muchos de nuestros lectores querrán hacer. Debemos destacar ciertos aspectos. Como hemos comentado, estamos hablando de un equipo que empezando de cero quiera dimensionarse para tener presencia internacional. Si los objetivos son más modestos, es probable que con un presupuesto de 300-500 K€ anuales se pueda lograr también un club que sea medianamente rentable.

 

Aunque las cifras puedan parecer descabellas, esta es la realidad del sector. Presupuestos millonarios, retorno a día de hoy por publicidad, que no por premios y sobre todo intentar buscar la escalabilidad son los aspectos clave. Con un simple ejercicio en el que se puede comprobar que tampoco hemos ido a tirar la casa por la ventana, se puede ver que los costes de gestionar un equipo de esports a nivel internacional no son para nada bajos, y se puede entender un poco mejor que en ligas como la NA LCS o la OWL se hayan pagado $10 millones y $20 millones por slot. La clave de todo está en el retorno y en saber tener suficientes vías de monetización.