La comunión entre los deportes tradicionales y los esports empieza a ser más que palpable que nunca, guste o no a uno o a otros. Sin entrar de nuevo en la aburrida pregunta de siempre, es indudable que los movimientos en el sector así lo demuestran.

 

Ayer, Immortals anunciaba que fichaba como COO y Presidente al ex ejecutivo de la NHL, Ari Segal, para su franquicia de la Overwatch League, según nota de prensa y anunciándolo además por Twitter. Segal dependerá del CEO de la compañía y será miembro del comité de asesores, sin derecho a voto. Antes de unirse a Inmortal, Seagal ya actuó como COO del equipo de la NHL los Arizona Coyotes.  También formó parte de los Anaheim Ducks y los San Diego Gulls, por lo que su experiencia en el mundo del deporte será muy apreciada para la nueva franquicia recién creada.

Según el CEO de Immortals en el comunicado de prensa, “Segal trae consigo un gran conocimiento y pasión por la industria de los deportes tradicionales y ha demostrado una gran experiencia en marcas reconocidas logrando conectarlas con sus fans, particularmente en mercados locales. Innovación, accesibilidad, transparencia y resultados son marcas de su estrategia de crecimiento de marca y estilo de gestión, haciéndolo ideal para este rol tan crítico en nuestra organización”. Y no le falta razón, ya que la nueva franquicia de Inmortals para OWL en Los Angeles, sin duda requerirá de estos perfiles.

 

Lo poco asombros del asunto es que mientras algunos siguen empeñados en ver la diferencia entre deportes tradicionales o no, en los últimos meses estamos asistiendo a varios movimientos que cada vez hacen más tenue la linea que separa unos de otros. Y no lo decimos precisamente por el ámbito meramente jugarle, sino por el ámbito de gestión, que es donde realmente se puede ver la confluencia de ambos mundos.

 

La de hoy es tan sólo otra noticia más, que acompaña a otras como la NBA interesada en retransmitir como Twitch, The Madison Square Garden Company fichando a Nick Allen, ex-vicepresidente de Twitch… Empieza a haber un traspaso de roles, trabajadores y talento de un sector a otro y viceversa, de forma totalmente natural, toda vez que la gestión de clubs de esports probablemente sea uno de los puntos más comunes con cualquier tipo de disciplina deportiva.

 

Muchas cosas se pueden achacar a la OWL, pero lo que está claro es que muchos de estos movimientos están surgiendo por esa comunión entre lo endémico y lo no endémico que ha llevado Blizzard en su propuesta de liga franquiciada y los hechos hablan por si solos y dan contexto  y refuerzo al hecho de que más pronto que tarde la línea entre deportes y esports acabará desapareciendo.